A medianos de los 90’s el Estado ecuatoriano inicia las negociaciones con el Gobierno Alemán, como uno de los países acreedores que podría hacer canje de deuda a ser compensada con inversiones para la conservación, este primer acuerdo se logra concretar en 1995. En aquel entonces, las áreas protegidas estaban a cargo del Ministerio de Agricultura que, a través del Instituto Ecuatoriano Forestal y de Áreas Naturales y Vida Silvestre (INEFAN), entidad adscrita al mismo, velaba por el cumplimiento de la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre.
El INEFAN tenía independencia administrativa y financiera, lo que significaba que los ingresos que generaban las áreas protegidas eran reinvertidos para su mantenimiento y gran parte de los mismos provenían de .l as tarifas de ingreso al Parque Nacional Galápagos que subsidiaba una parte importante de los gastos operativos de las áreas protegidas del continente. Para 1998, a través de la promulgación del Régimen Especial de Galápagos, los recursos generados por Galápagos, se quedan para Galápagos, lo que provocó que las áreas protegidas del continente necesiten apoyo.
Con la creación del Ministerio del Ambiente en 1996 como nueva autoridad ambiental nacional, y tras varios talleres conjuntos, realizados a inicios de la década del 2000, con el extinto Fondo Ambiental Nacional (FAN), ahora Fondo de Inversión Ambiental Sostenible (FIAS), sociedad civil, otros fondos ambientales de América Latina y sectores de la empresa privada como la Cámara de Comercio y Turismo, se diseñó un fondo de carácter patrimonial, con el objetivo de apoyar el financiamiento de los gastos de operación que demande la protección de la biodiversidad albergada en las áreas protegidas.
En consecuencia, el 16 de abril de 2002 se firma el convenio marco de implementación del Fondo de Áreas Protegidas (FAP), Fondo que empieza a canalizar su apoyo a través de un proyecto piloto de inversión “extinguible” para financiar los gastos de operación de 4 áreas protegidas con el apoyo del “Programa de Apoyo al Área Verde del MAE” de la Cooperación de los Países Bajos con una inversión de $180.000. Estas 4 áreas protegidas luego ingresarían a la figura de fondo patrimonial.
En el año 2003 el Estado ecuatoriano capitaliza el primer millón de dólares en el FAP como fondo semilla. Administrado por el Fondo de Inversión Ambiental Sostenible (FIAS) en coordinación con el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, e implementado con el cofinanciamiento de la República Federal de Alemania a través del KfW, Conservación Internacional Ecuador (CI Ecuador), Walton Family Foundation y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), el FAP al 30 de junio 2021 cuenta con un patrimonio de 36.467.955,47 USD y apoya a 42 áreas protegidas, más los gastos de la Dirección de Áreas Protegidas y la Unidad Operativa FAP.
El FAP busca cofinanciar, en apoyo a la gestión de áreas protegidas por parte del Estado, convirtiéndose en un soporte trascendental en épocas cuando el presupuesto ha tenido reducciones en su asignación a este sector. Anualmente aporta con 3 millones aproximadamente, que son herramienta fundamental para mantener la operatividad de las áreas protegidas.
En la actualidad, al 2021, hay 18 millones de hectáreas en Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) de los cuales 12 millones son Reserva Marina. El Fondo de Áreas Protegidas, financia los gastos administrativos de 42 de las 62 áreas del SNAP, lo que constituye en superficie más del 90% del territorio del SNAP en el Ecuador continental.
Desde su consolidación, el FAP ha tenido importantes logros, no solo financiando elementos operativos de las áreas protegidas, sino también en apoyo al Desarrollo Sostenible, con varias acciones de bio emprendimiento. Ecuador Azul, que se dio a través de las gestiones hechas por CI Ecuador con Walton Family Foundation que aporta a 5 Áreas Marino Costeras Protegidas.
Años positivos que han arrojado saldos a favor, han permitido implementar nuevas líneas para el fortalecimiento del SNAP. Actualmente, el FAP dispone de un Fondo de Emergencias, que se activa para la atención de las necesidades excepcionales que las áreas protegidas puedan requerir como consecuencia de desastres naturales o accidentes como control y combate de incendios o deslaves, gastos hospitalarios y médicos mayores para el personal que participe directamente en la resolución de la contingencia, reparaciones a instalaciones, infraestructura o equipo, resultado de un desastre natural, entre otras. Todas actividades que tiene como fin apoyar a la conservación en el Ecuador a la posteridad.
El Objetivo del FAP es “apoyar la conservación in-situ de la biodiversidad del Ecuador, mediante la consolidación y fortalecimiento del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), propiciando el diseño e implementación de políticas, estrategias, herramientas técnicas y mecanismos financieros a largo plazo que permitan cumplir los objetivos de creación de las Áreas Protegidas”.
Uno de los principales ámbitos de acción del FAP ha sido el establecimiento y operación del el ‘fondo de áreas protegidas’ (FAP), el cual tiene como propósito “contribuir a la consolidación de las Áreas Protegidas del SNAP, mediante el cofinanciamiento a largo plazo de los gastos operativos para una gestión básica, así como la asesoría técnica”.